Según
cifras oficiales, en 2013, el desempleo en España llegará al 27% o más. Son
cifras muy optimistas. La realidad será mucho peor.
La
primera oleada de desempleados con prestaciones agotadas ha sido amortiguada
por la economía sumergida y la economía familiar. En los próximos 24 meses se
nos viene encima un tsunami de entre 1 a 2 millones de parados sin prestaciones
y sin colchón social.
¡Pongamos en marcha la nueva economía, ya!
La
composición social de los "indignados", mayoritariamente jóvenes sin
esperanza, se está desplazando hacia "desesperados", las víctimas
principales de la crisis: mujeres, trabajadores de más edad, menos cualificados,
con un nivel educativo inferior. Estas personas están pasando bajo el nivel de
pobreza y asistimos a brotes de crisis humanitaria en los países desarrollados.
Los “desesperados” se colocan más fácilmente fuera de la ley y pueden expresar
su cólera con la violencia. La ola de suicidios que estamos asistiendo es solo
el anuncio de la tormenta. Esto puede hacer que el proceso de transición hacia
la nueva economía sea mucho más difícil.
La acción
política tiene que cambiar el centro de gravedad del debate político a ofrecer
un apoyo práctico a los desesperados. Los nuevos modelos de la economía que se
están debatiendo, con raíces en la solidaridad, deben pasar la prueba el
suministro de soluciones visibles para el caso extremo de los desesperados. Simultáneamente debemos probar un nuevo sistema monetario. El
nuevo sistema monetario sería el aglutinador último que permita la
consolidación de las nuevas soluciones en soluciones de no-retorno. Este campo
de experimentación a gran escala debería convertirse en la vitrina con la que convencer
a la gran mayoría del 99%, que sigue viviendo en el sistema y vota a la
izquierda conservadora, que la transición puede ser una transición pacífica y
segura, y revertir la votación en los cambios constitucionales que sería
necesarios para la llamada "GRAN TRANSICIÓN".
Antecedentes
Los
medios para la "GRAN TRANSICIÓN" hacia una nueva economía deben ser,
al final, políticos. Una coalición de partidos o parlamentarios tendrán que
ganar las elecciones en cada país para que el cambio sea convertido en ley con
plena legitimidad democrática.
En la
mayoría de los países, la "GRAN TRANSICIÓN" requerirá un cambio
constitucional. En España ya está germinado el movimiento por un cambio
constitucional que confluirá con el creciente sentimiento republicano. Habrá
que plantear un referéndum, en España por la 3ª Republica, y ganarlo.
Tomará
algún tiempo para que el actual movimiento de los "Indignados", o
movimientos afines, puedan dar a luz una iniciativa semejante, sea en forma de
un partido estructurado o una alianza parlamentaria, y empujen y guíen la
propuesta constitucional hasta la victoria parlamentaria y la consulta popular.
Mientras
tanto, la composición social de la protesta va a cambiar. Desde una primera ola
de manifestantes con un perfil medio de jóvenes con nivel educativo alto, con apoyo
social o familiar a su supervivencia,
jóvenes que han perdido el futuro, pero tienen los medios para
sobrevivir, el centro de gravedad de las protestas se moverá hacia las víctimas
más graves de la crisis, los más pobres, los menos cualificados, a los
desempleados mayores sin esperanza, a las familias sin un solo de empleo, sin
ingresos, sin apoyo, sin cobijo, a las familias en que los niños pueden sufrir
de hambre.
Pasamos
de "indignados" a "desesperados".
Si la
desesperación de los expulsados del sistema, los desesperados, sobrepasa
ciertos umbrales el movimiento tendrá muy difícil mantenerse pacífico. Los disturbios
en Grecia son sólo el comienzo.
Los desesperados
son un flanco fácil para las tácticas de la creación de guerras entre los
pobres: inmigrantes en contra de los nativos, en contra de la mujer, musulmanes
y cristianos, empleados y desempleados, los
trabajos limpios y los trabajos contaminantes, ahorradores alemanes y derrochadores del sur,
y son una llama fácil ante provocaciones.
Una
fracción de los desesperados se deslizará al margen de la ley para buscar los medios
de supervivencia. Hemos visto cómo la degradación social viene acompañada de la
participación en las mafias de la droga, el robo, la prostitución. Con ello incurren
en una incriminación sistémica, anulándolos como ciudadanos capaces de hacer
política.
Caldo de
cultivo para partidos neonazis. En Grecia y en Francia ya han saltado todas las
alarmas. En Grecia ya hay razias.
Esta
explosión inevitable en términos violentos, acompañada de marginalización,
salpicará y pondrá en riesgo la legitimidad del movimiento, hace que sea mucho
más vulnerable a la propaganda y la represión, y hará su avance hacia el parlamento
mucho más difícil. En presencia de violencia, los votos de muchas capas del 99%
se volverán hacia los socialdemócratas e incluso la derecha.
Para
estos desesperados, el debate político ocupa el segundo lugar. Un nivel más
bajo de educación facilita también reacciones más primitivas. Primero vienen
las soluciones para hoy. Si no, lo que queda es expresar la rabia.
Islas de Economía
Alternativa
El
movimiento no puede crecer y consolidar poniendo por escrito los cambios que
tendrían que ser aplicados por un hipotético gobierno, como un movimiento de
protesta exigiendo a las autoridades hacer los cambios, con la esperanza de
convencer a la mayoría. Esto puede ayudar en la creación de consenso y a consolidar
un número limitado de propuestas, una especie de proyecto de programa electoral,
previo a la propuesta constitucional.
Pero hay
pocas esperanzas de que el movimiento pueda crecer lo suficientemente grande,
fuerte y consistente, y ser capaz de pasar el pantano de todas las trampas de
los partidos de izquierda tradicionales, y el teatro de sombras del sistema
bipartidista, hasta llegar a una representación parlamentaria suficiente, en
forma pacífica.
Mucho
antes, los dueños de los casinos financieros arrojarán grandes cantidades de
dinero e influencia en la provocación y los movimientos fascistas. Las
expresiones de ira de los desesperados proporcionará la excusa. Como último
recurso, los gobiernos darán cobertura legal al terror de masas.
En
cambio, el movimiento tiene que ganar impulso y ganar credibilidad mediante el
apoyo de facto, ayuda, solidaridad, soluciones, para los "desesperados"
por los medios previstos para la nueva economía.
Es de
lamentar que la izquierda no entienda esto y que sea la Iglesia quien tiene la
visión y ya viene lanzando sus redes de pesca de arrastre en Grecia, en Italia,
en España. El que come en un comedor social de monjas vota democristiano.
El
movimiento hacia la "GRAN TRANSICIÓN" tiene que crecer proporcionando
unas islas donde la economía alternativa demuestra su utilidad. Tiene que
crecer creando un espectáculo de gran escala de medidas y programas que sean
difíciles de atacar sin causar, por un lado, la revuelta de los desesperados
(la destrucción de sus últimos, todavía legales, medios de subsistencia) y el
riesgo de una pérdida total de legitimidad ante la inmensa mayoría de la
población. Cualquier ataque a las islas de economía alternativa para los
desesperados tiene que ser percibido por la inmensa mayoría del 99% como un
ataque totalmente ilegítimo e injusto. Servicios como los de salud, alimentos
para niños, recuperación del desperdicio alimentario, refugios para personas
sin hogar, voluntariado para obras civiles, apoyo a las PYMES para colocar los
excedentes sin venta, y soluciones en todas las áreas donde los servicios
sociales han sido recortados en el presupuesto, son difíciles de asaltar sin
provocar la última gota de irritación que haga explotar la revuelta.
Este es
el gran desafío y el mecanismo radical de filtrado para las propuestas de la
nueva economía. Basta de trabajos académicos. El tiempo se ha terminado. Es
ahora o nunca. Este es el laboratorio de condiciones extremas de prueba en el
que las nuevas ideas tienen que demostrar su impacto.
Estas
islas tienen que convencer a los que pertenecen al 99%, pero siguen viviendo en
el sistema y votan a la izquierda conservadora, que la "GRAN
TRANSICIÓN" puede ser una transición útil y pacífica y segura. Este será
el momento en que la votación conservadora se puede revertir totalmente, el
momento de sustituir el movimiento asambleario y tomar la acción parlamentaria.
Tiene que
dejarse en manos de la creatividad del movimiento proponer qué mecanismos de
economía alternativa poner en práctica. En todo caso, tenemos miles de
propuestas, en papel, páginas web, etc. Mucho se hará en forma de solidaridad
filantrópica. Sin embargo, gran parte también recaerá en la configuración de
nuevos esquemas comerciales y monetarios. Lo importante es que aporte
soluciones palpables a las necesidades acuciantes de los desesperados. En
segundo lugar, que se haga en alianza con las pequeñas empresas y los autónomos
de los sectores de primera necesidad, proporcionándoles salidas, al menos,
complementarias.
Un nuevo orden
monetario
Hay un
movimiento de iniciativas de economía solidaria, pero las acciones están siendo
implementadas en sistemas no conectados económicamente. En muchos casos, al
igual que las acciones de solidaridad o de voluntariado, se volatilizan en el
momento que finaliza la acción (por ejemplo, un trueque) o se acaba el servicio
de voluntariado. Tendrían que dejar un depósito que pueda ser capitalizado, un
activo de la nueva economía. Este depósito tiene que estar formado por activos
de conocimiento de maneras de hacer las cosas. Estas vías y maneras son los
circuitos de mercado de la nueva economía solidaria. Estas carreteras se
construyen como circuitos de un nuevo dinero complementario.
Al final
de la "GRAN TRANSICIÓN" habrá un nuevo sistema de banca de reserva
100% y está por ver cuál es el rol de las monedas complementarias. Es posible
que en una economía relocalizada estas monedas sigan teniendo un rol, y es
posible que no. Serán galgos o serán podencos. Pero el camino será una larga
marcha llena de altibajos. Hay que ir afianzando el terreno conquistado.
No
debería lanzarse ni una acción de economía solidaria sin un componente
monetario alternativo. Debe pagarse el
trabajo de voluntariado. Cada asociado, registrado, militante, debe recibir por
email su paga mensual del salario base ciudadano, con los correspondientes
complementos por labores del hogar, cuidado de niños o cuidado de personas
dependientes. En los comedores sociales hay que pagar, con moneda social. El
pequeño comercio, en vez de descuentos, debe admitir parte del pago en moneda
complementaria.
¡Pongamos
en marcha la nueva economía, ya!