El movimiento tiene que ganar impulso y ganar credibilidad mediante el apoyo de facto, la ayuda, la solidaridad, las soluciones, para los "desesperados" precisamente por los medios previstos para la nueva economía. En Grecia, los votantes de la derecha dicen que votaban entre “un ladrón” y “un loco”. Para vencer ese miedo, los textos, las promesas, los discursos, no valen. Hay que demostrar, antes, que las propuestas no son una locura.
Tiene que crecer proporcionando mecanismos de apoyo en islas de solidaridad donde la economía alternativa demuestre su utilidad.
Tiene que crecer creando una demostración a gran escala del funcionamiento de las nuevas propuestas que sea difícil de atacar, sin causar, por un lado, la revuelta de los desesperados (la destrucción de sus últimos, todavía legales, medios de subsistencia) y el riesgo de una pérdida total de legitimidad en la inmensa mayoría de la población.
Cualquier ataque a las islas de nueva economía de los desesperados tiene que ser percibido por la inmensa mayoría del 99% como un ataque totalmente ilegítimo e injusto.
Los servicios de salud, alimentos para niños, refugio para personas sin hogar, voluntariado en obras civiles, y soluciones alternativas en todas las áreas donde los servicios sociales han sido recortados en el presupuesto, son difíciles de atacar sin provocar la última gota de irritación haciendo que la revuelta explote.
Este es el gran desafío y el radical mecanismo de filtrado para las propuestas de la nueva economía. Se acabaron los trabajos académicos. El tiempo terminó. Es ahora o nunca. Esta es el laboratorio de test en condiciones de prueba extrema en el que las nuevas ideas tienen que demostrar su impacto.
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